Era una obra de Paula Pachón y Azuzena Abril que se presentaba dentro del Russafa Escénica. Y es un dúo que están las dos con ropa así como deportiva, bastante moderna, mucho fluor y tal. Y nada, la obra es como muy sencilla en apariencia y prácticamente es una acción que se desarrolla toda la obra. Las dos están realizando el ejercicio ese de Educación Física del instituto, la cours navette, la típica de que tienes que correr del punto A al punto B y del punto B al punto A. Y así todo el rato. Y la cosa es que hay dos pitidos que te marcan el tiempo en que lo tienes que hacer y cada vez esos pitidos se espacian menos en el tiempo por lo que tienes que recorrer el mismo recorrido cada vez más rápido. Bueno, la pieza era esto, ellas corriendo a la vez que escuchabas dos voces en off, que escuchabas a través de altavoces, que eran sus voces. Y los mensajes que se decían pues eran muy de la autosuperación, la cultura del esfuerzo, de la meritocracia y así. Todo muy Mr. Wonderfull, del palo: «Si lo haces con una sonrisa, cuesta menos esfuerzo», «Tú puedes con todo», o «No hace falta que se lo demuestres a los demás. Sólo te lo tienes que demostrar a ti misma». Bueno, todo muy así. Esto mientras corrían. Y cuando ya llevaban un buen rato corriendo, de repente, Azucena se cae al suelo como con cara de haberse hecho daño. Al principio, intentó correr pero cojeaba hasta que se quedó en una esquina sentada en el suelo. Paula cuando se dio cuenta la miró, pero ella seguía corriendo. Pues podría ser, ¿no?, parte del mensaje de la obra de en plan: «déjate de deportividad y mierdas. Esto es una competición hasta el final». Y, la cosa, es que Azucena no se levantó del suelo en lo que quedó de pieza, se tocaba el gemelos, hacía gesto de dolor. Pero, vaya, que ella es actriz que podía ser perfectamente. Incluso, había un momento que tenían como que bailar una canción así muy happy mood, que ella bailó tirada en el suelo. Y había ciertas sospechas de que se había hecho daño de verdad. La cosa es que cuando acabó, nos quedamos ne la puerta del espacio y preguntamos. Y nos dijeron que sí, que se había lesionado. Claro, llevaban como tres semanas haciendo la pieza tres o cuatro días por semana y cada día se hacía tres veces o incluso cuatro. Creo recordar que se hizó una rotura de fibras importante.