Lo Memorable

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RGB (136, 108, 57)

39°58'58.3"N 0°01'48.2"W

(…) Pues fui a ver a Dorian Wood que venía al Museo de Bellas Artes de Castellón a un ciclo que se llama Intercanvis. Y… Pero bueno, ya me advirtieron y me dijeron: «Pero no va a cantar, no te hagas ilusiones que no va a cantar. Porque el invitado anterior había sido, no recuerdo el nombre, pero un performer, alguien de performance y no hizo nada de performance. ¿Vale? Solamente es hablar, solamente es hablar». Y yo: «Bueno vale, pues aunque solo sea hablar voy a ir igualmente a ver a Dorian Wood». Y nada, esto es en la segunda planta del museo de Bellas Artes, que el ambiente ya está un poco cargado ya desde el principio porque em… Los colocan en un trozo de sala que todo es pintura religiosa, muy cargada (risas). Todo, en fin, todo está… Todos estos icónos muy sufridos y en fin, todo ese ambiente muy cargado. Sobre lo cuál, por cierto, Dorian contó que era curioso que no estaba, que no usaban el color verde. Como un color verde claro, ¿no? Que remitiera a la naturaleza o algo así. Cuando justo lo que llevaba puesto era un peto verde y era muy llamativo, como que contrastaba todavía más con ese entorno. Y nada, el caso es que durante toda la entrevista yo tenía una señora detrás que se iba quejando a una amiga que tenía al lado de cosas, de opiniones. Y… de opiniones y cosas que iba diciendo Dorian de algunas preguntas. Es decir, que si Dorian sacaba el tema del colonialismo pues a la mujer no le parecía bien y se lo decía a la de al lado. “No me parece bien, no está bien, no estoy de acuerdo”. Que si, yo qué sé, introducía alguna ideología queer pues la mujer también súper en contra. Todo así. Entonces, para mí era un poco violento, la verdad. En aquel momento, o sea, me incomodaba sobre todo por Dorian, ¿no? Como que no… Todo el rato tenía en la cabeza que ojalá no la estuviera escuchando a esta señora porque… Pues eso, era un poco violento. El caso es que al final, introduce un turno de preguntas el entrevistador y le hacen alguna por ahí suelta. Y esta mujer levanta la mano. Y yo me preocupé bastante, la verdad, porque pensé: “Bueno, ya va a haber aquí debate chungo y lo va a llevar a cuestiones muy ideológicas”. Pero, de repente, la señora salió por otro lado y dijo: “Hombre, Dorian ya que estás aquí, (con esa voz fantásitica que tú tienes), ¿no podrías cantar alguna cosa?”. Lo cual fue muy bonito porque era justo, bueno, por lo menos lo que yo estaba pensado o lo que yo estaba queriendo que pasara, ¿no? Todo el rato. Y bueno, fue justo esta mujer la que se atrevió a preguntarlo y la que creó esa facilidad. Y luego, además, que fue muy hermoso lo que ocurrió porque Dorian habló de que había estado un ratito antes en el claustro. Le había parecido muy curioso que los arcos del claustro tuvieran todos formas de «A» o de «I». Así que nos dividió al público que estábamos allí por la mitad: unos a cantar con la «A», otros con la «I», dos notas así muy armónicas. Y… hizo una improvisación vocal por encima súper preciosa y sobre también la convivencia de la «I» con la «A» (risas). Y qué pasa si existe la «I» y existe la «A» y está bien que las dos existan. Y eso. Y todo eso al final fue propiciado por esa mujer que a priori estaba en contra de todas las posturas de Dorian. Bueno, esto ha sido todo.
Carlos I.