Lo Memorable

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RGBA(6, 2, 1, 1)

39°28'14.8"N 0°22'28.2"W

Hace unos años en el festival de Dansa Valencia eh… la programación se componía más o menos de compañías emergentes que estrenaban su primer espectáculo en el festival. Compañías valencianas que hacían sus estrenos, alguien venido de fuera, ¿no?, como podía ser Daniel Abreu, en un momento dado, o Lipi Hernandez, que me gustaba mucho hace muchos años. Todo eso aderezado con una figura o con estrellas de la magnitud como podía ser, por ejemplo, Joaquín Cortés o Sara Baras, o también la Compañia Nacional de Danza. Rafael Amargo que ponía en escena Poeta en Nueva York de Federico García Lorca. Entonces, yo recuerdo haber ido con una amiga que le gusta mucho el flamenco y cuando empezó había unos bailes un poco extraños. Yo no soy entendido pero ella me comentaba: “¡uy! No sé…”. Algo raro había. Y no era ella solamente, sino que se escuchaban murmullos entre el público. Y el punto álgido fue que hizo un baile en un sofá, que yo creo que le había quedado bastante mal, y se escuchaba ya un murmullo como cada vez en aumento y entonces él se dirigió al público como diciendo: “Perdonad, pero, no sé, no estoy muy contento con lo que he hecho así que voy a repetirlo otra vez”. Entonces, volvió a hacer el baile y salió mucho peor. O sea, la gente ya estaba como más indignada. Como que iban subiendo los comentarios de volumen. Y él, entonces, se puso en boca de escenario mirando al público y dijo: “Mirad es que… sabéis lo que pasa que… ya no es que sea un problema mío, es que València no tiene duende, València no tiene duende y así es muy difícil trabajar”. Y el público decía: “No tiene duende, no tiene duende…lo que no tienes tú es vergüenza”. Total, que ya cundió el desánimo, el cabreo, había gente que se levantaba, se marchaba, fue una función accidentada. Y yo no sé si València tiene o no tiene duende. Lo que sí que sé es que Rafael Amargo no ha vuelto.
Rafa R.