Es un espectáculo que vi en Francia, en Reims, en un festival internacional de artes que se llama Reims Scènes d’Europe (Escenas de Europa). Y era un espectáculo de la vida de Andy Warhol de una compañía portuguesa, del nombre no me acuerdo pero lo puedo mirar. Y todos los actores muy jóvenes y contaban la vida de Andy Warhol, como varios momentos de su vida. Con mucho dinero, carteles gigantes de Andy Warhol. O sea, de Andy Warhol… Letras gigantes de Andy en enorme… No sé, como mucha producción en ese sentido. Y había, lo más memorable de este día que yo lo vi. Había un momento que salían unos globos metalizados muy bonitos. Como unos globos que brillaban mucho. O sea, con las luces de los focos entonces tenía un brillo que era hipnótico. ¿Y qué pasó? Que uno de los globos, sin querer, o sea, esto fue un error, sin querer fue a parar al patio de butacas. Yo estaba viéndolo desde arriba. Entonces, claro, la gente empezó a jugar a darle al globo para arriba. A darle… (risas), a tirar el globo al aire y le caía a uno y le caía a otro mientras la obra seguía. Yo en un momento dejé de mirar la obra y solo miraba cómo le daban al globo y se movía el globo de un lado a otro. Veía además al personal del teatro intentando coger el globo para que parara ese momento porque todo el mundo nos estábamos dando cuenta y no estábamos mirando la obra. Pero la gente seguía mirando al globo (risas). Hubo un momento donde el globo volvió al escenario y, hábilmente como que lo recogieron y lo metieron entre patas. Pero, pero, pero, sin querer, el globo volvió a salir al escenario y una actriz hizo un gesto con la mano, marcado, como no sé qué, como un grito y levantaba la mano. Y le dió al globo y otra vez para el público. Y otra vez el globo y la escena seguía… Estábamos contentísimos con el globo. Era como: “¡Esto es increíble!”. Porque además era muy bonito de ver y era como de: “Vamos a ver, lo que está ocurriendo aquí es más interesante y auténtico que lo que está ocurriendo, que la vida de Andy Warhol”. Y un momento ya, uno del público enfadado, de la primera fila, lo cogió así y se lo metió entre las piernas en plan de “¡Aquí ya nadie más juega con el globo!” Y se lo tuvo ahí hasta que se acabó la obra. Y cuando, luego hablando con los actores, por lo visto, el director les prohibía tirar el globo al público porque debe ser que ya había pasado alguna vez. Pero es como a ver, no puedes pretender tener este objeto libre, que tiene bastante independencia, y que esto no ocurra. Y si se cae al público esto va a ocurrir porque es muy atractivo el objeto. En fin, estuve luego todo el fin de semana que estuve en el festival con todo el mundo hablando del globo y fue mi parte favorita del espectáculo.